miércoles, 2 de febrero de 2011

me siento tan mal. Eso es todo.

Seis



















Es el rojo corazón del verano. Si hay algo que amo con locura...sandía.
Postularé a diputado por Paine sólo para comerme la más grande del mundo.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Cinco



O.NO.MATOPEYA
Había hablado creo ya, del placer de escuchar sonidillos o ruídos |como le plazca escuchar|, desde los almuerzos en silencio donde el más armónico fondo son las bocas con comida masticándose, hasta los chasquidos poco rítmicos de los apostadores del club hípico aplaudiendo con los dedos y una mano a su caballo que corre devolviendo el aplauso con otro sonido de herraduras y un puac puac puac puac...

Me dan hambre y mariposas en mi vejiga.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Cuatro

Amo a mi viejo. Debo decirlo, el tipo cambió, y en tipos como él, eso es casi un milagro. Su educación era ser un paterfamilias de los más duros. Sin embargo, el amorsh y la paciencia obran, y ahora cuenta hasta diez antes de decir algo. O entiende cosas. O demuestra un poco más sus cosas.
A su edad, esto es un milagro. Merece que lo diga.

Tres.

Amo los Pingüino Marinela. Son buenos, son bonitos y son baratos. Y salvadores, sobretodo en aquellas tardes lluviosas, encerrados con el Ilich estudiando romano; "vamos a comprar algo?, ya, a ver, que llevamos, un café, un café y qué más?, mira esos son ricos, ya, dos de esos", y luego mascabamos su achocolatada textura y bajaba su merengue de fábrica por nuestras gargantas, y milagorsamente se nos olvidaban las Mancipatios y las In Iure Cessio. Una explosión de endorfinas, en un mar de aburrimiento leguleyo verde y frío, hace unos cuatro o cinco meses.
Hoy también estudié romano. Pero me di un par de horas para ser ociosa y...

...me comí un pingüino.

Dos.

Fue cuando tomaste mi mano, me sentaste a tu lado y me hablaste de panes con palta.
La primera vez que arqueé las cejas, y me di cuenta de que contigo todo iba a ser distinto.
La primera vez que me hiciste sentir bajo este maldito arcoiris.